El tribunal de sentencia integrado por los jueces Hugo Segovia, Lilian Flores y Carmen Román, condenó a solo dos años con suspensión de la ejecución de la condena a Julián Pereira, quien ya había incumplido este mismo beneficio por lo que a juicio oral y cuenta con otro antecedente por el mismo hecho hacia otra víctima.
La agente fiscal de la causa Sandra Fariña, lamentó que el tribunal haya aplicado una condena tan benigna al acusado sin tener en cuenta sus antecedentes y tras probarse en audiencia oral la violencia a la que sometió a su esposa de manera sistemática y quien ahora teme por su vida.
Fariña, dijo que el fallo es contrario a todos los compromisos asumidos por el Poder Judicial y el Estado paraguayo para hacer prevalecer los derechos de las mujeres víctimas de violencia y que sentía mucha impotencia al no poder responder a la altura del temor de la víctima quien suplicó por su vida al tribunal de sentencia para que no dejen impune su caso.
“Esta sentencia es vergonzosa y preocupante, en septiembre se realizó en nuestro país el Congreso de Magistradas en CDE donde la ministra Carolina Llanes nos exhortó a todos los operadores del sistema a aplicar el control de convencionalidad para impartir justicia y específicamente aplicar correctamente la ley de protección integral de las mujeres contra todo tipo de violencia y en base a nuestra normativa penal es que el Ministerio Público actuó para proteger a Ángela Candia en esta denuncia”, enfatizó la fiscal Sandra Fariña.
Agregó que, la víctima hizo todo lo que el Estado le dijo que hiciera, presentó la denuncia, buscó ayuda, estando inmersa en un ciclo de violencia, incluso creyó en la promesa de su agresor y lo volvió a aceptar para recuperar su familia, sin embargo, fue más agresivo hacia ella y esto fue probado en el juicio oral que concluyó este miércoles con una sentencia de solo dos años con suspensión, pese a que le Ministerio Público pidió que la sanción sea de seis años de encierro.
La fiscal dijo que la sentencia deja un nefasto precedente en los casos de violencia familiar, ya que las mujeres tendrán temor en denunciar si saben que al final su caso tendrá una condena irrisoria y quedarán de vuelta expuestas a que su agresor que está en libertad.
El tribunal de sentencia además de aplicar la sentencia de dos años con suspensión prohibió al agresor acercarse a la víctima, pero de todas formas la denunciante teme por su vida.