El sacerdote Silvestre Olmedo apeló la condena que se le impuso en primera instancia.
Olmedo fue condenado a la pena de un año con suspensión tras ser hallado culpable por el delito de acoso sexual.
El Tribunal señaló en su momento que se probó plenamente que manoseó a la joven Alexa, integrante de la pastoral juvenil de la parroquia de Limpio, en el 2016.
El Tribunal de Sentencia que juzgó Olmedo, estuvo integrado por los magistrados Juan Carlos Rocholl, Julio López y Gladys Bernal, señaló que no existen dudas de que el hecho existió y que el sacerdote Silvestre Olmedo es el responsable.
El juez Rocholl explicó que la joven Alexandra Torres recurrió a la justicia ordinaria ya que no tuvo respuesta en el ámbito eclesial. «Quedó plenamente demostrado. Toqueteos en zonas erógenas aprovechándose de su posición de sacerdote católico hacia una mujer que prestaba servicio voluntario en la iglesia es un acto de acoso», explicó el presidente del Tribunal de Sentencia.
«Para nosotros esta más que demostrado que existe una sujeción en ese ámbito de espiritualidad. El sacerdote es una figura guía de una persona que acude a la iglesia. Es por eso por lo que se da esa área de influencia, argumentó en su momento el presidente del Tribunal de Sentencia.
