Luis Augusto Montanaro Bedoya, volvió a ingresar al penal de Tacumbú para cumplir la reciente orden de la jueza Clara Ruiz Díaz por la amenaza que realizó a la agente fiscal Ruth Benítez y a la denunciante en la causa Duck Sex Games.
Según las primeras informaciones, fue el propio Montanaro quien se acercó a una florería de donde se habrían enviado los ramos con los escritos de amenaza, las imágenes de circuito cerrado donde se observa al imputado lo comprometen aún más.
Montanaro, habría buscado con este “mensaje” amedrentar a la agente fiscal y la denunciante de su primer caso cuyas imágenes habría publicado sin autorización.
Montanaro Bedoya, está indiciado por haber compartido, sin consentimiento de la víctima, varias imágenes y videos de carácter íntimo-sexual a través de distintas plataformas. Los archivos se habrían obtenido durante las relaciones sexuales que aparentemente tenía con la víctima.
El imputado habría comercializado sin consentimiento de los afectados, imágenes sexuales, producido y transmitido material violando la intimidad de las personas.
Según las investigaciones, Montanaro Bedoya concretaba encuentros sexuales con personas y, una vez consumados, filmaba los actos para posteriormente distribuir las imágenes y videos en distintos grupos de mensajería instantánea y páginas sexuales, sin el consentimiento de las víctimas.
Durante el procedimiento, denominado “Operación Duck Sex Games”, liderado por la Unidad Especializada en Delitos Informáticos del Ministerio Público y el Departamento de Investigación del Cibercrimen de la Policía Nacional, se levantaron varias evidencias relacionadas con el caso que ya fueron sometidos a pericia, entre ellos el teléfono celular del imputado que ofreció para la búsqueda de elementos que corroboren la sospecha que pesa sobre el empresario que sostiene su inocencia, sin embargo, hoy cuenta con otra causa por coacción contra la fiscal que lleva su caso.