En conversación con Judiciales Net, la jueza Yolanda Portillo habló sobre los principales desafíos que afrontan como integrantes del tribunal de sentencia de capital y comentó que el desafío este 2024 fue el concluir los juicios a tiempo sin que esto afecte la calidad de los fallos.
Para Portillo es clave impartir justicia con calidad más allá del cúmulo laboral que aqueja a todos los tribunales ordinarios de capital y pese a las carencias de materiales para el desempeño óptimo.
Otra de las dificultades que afrontan en este fuero es la poca cantidad de funcionarios capacitados para llevar adelantes los juicios orales que más allá de ser juicios ordinarios, cada caso conlleva sus propias complejidades particulares como los casos de abuso sexual en niños, homicidios o violencia contra la mujer.
“Los desafíos fueron innumerables, pero el principal y el que hace a nuestra función de impartir justicia fue el de culminar en tiempo y forma los juicios orales y cumplir de esa forma con el justiciable, con la víctima y con la sociedad; realizarlos en el menor tiempo posible, conforme a la garantía constitucional que tiene toda persona de ser juzgada en un tiempo prudencial, sin perder la excelencia y la calidad de que deben tener nuestros fallos y sentencias; cumplir con ese objetivo a pesar de las limitaciones como la falta de funcionarios capacitados, falta de recursos materiales como computadoras para realizar las desgrabaciones y transcripciones de las actas de juicio”, relató la jueza Yolanda Portillo.
Agregó que los jueces se sentencian soportan muchas situaciones desmotivantes en el ejercicio de sus funciones diarias como ausencia absoluta de gratificaciones por horas extras, que no se tenga la intención de prever esa gratificación, pero, por sobre todo la falta de reconocimiento e incentivo a los magistrados y funcionarios como por ejemplo con capacitaciones en el área que los ocupa.
Portillo habló de la incorporación de nuevos magistrados para sentencia en el 2025 a través de la elección de ternas ya conformadas este año, que podría darles la posibilidad de un mayor rendimiento ya que los mismos podrían constituirse en nuevos tribunales a fin de una mejor distribución del trabajo a cada tribunal lo que lo haría más sostenible y llevadero.
Por último, dijo que estaban esperanzados en seguir peleando por la equiparación salarial con el aumento de salario y con la posibilidad de mayores o distintas bonificaciones, lo que permitiría al magistrado judicial poder utilizar esa parte del incremento en capacitaciones en el área y así seguir mejorando su desempeño en el fuero penal.
“A muchos nos permitirá no asumir compromisos de docencia que sobrepasan nuestras capacidades de tiempo y concentración solamente para tratar de cubrir nuestras necesidades económicas básicas”, sentenció la jueza.