La jueza Mesalina Fernández lleva adelante el primer juicio exclusivamente en lengua señas, en el marco de una querella de acción penal privada por la denigración de la memoria de un muerto.
El juicio sin precedentes marca un hito en el acceso a la justicia de personas con sordera. La justicia realiza la diligencia netamente en lengua de señas con el acompañamiento de una intérprete especializada y el veredicto podría dictarse mañana.
La magistrada Mesalina Fernández, remarcó la importancia de que los querellantes y testigos hayan podido prestar su testimonio ante el tribunal unipersonal que juzga el caso y que puedan comprender todo lo que se produce en esta diligencia y que la incapacidad auditiva no haya sido un impedimento.
La abogada querellante Alejandra Peralta, resaltó la vida anterior de Emilio Pineda, cuya memoria fue denigrada dijo que, “era una persona muy renombrada en la comunidad sorda. Adquirió la sordera a los siete años a consecuencia de un accidente. Toda su vida trabajó por los derechos de las personas sordas. Fue declarado hijo dilecto de Asunción y Villeta, su ciudad natal”, recordó la abogada quien representa a la familia de la víctima de esta situación.
El querellado Dilmar Marcelo Dos Santos es oyente y según la familia el hombre buscó manchar la imagen del muerto y por ello buscan limpiar nuevamente el legado de Pineda a quien tanto trabajo le costó construir a lo largo de su vida por lo que recurrieron al tribunal en busca de justicia.
El inédito juicio se desarrolla en el Palacio de Justicia de Asunción, y en el primer día de la audiencia se desarrollaron todos los elementos de prueba ofrecidos por las partes y la misma se retoma mañana miércoles con alegatos finales de las partes y luego se daría a conocer la sentencia por parte de la jueza Mesalina Fernández.
La jueza Mesalina Fernández y el Poder Judicial, marcan un histórico momento para el Poder Judicial acercando la justicia a esta comunidad relegada por la imposibilidad de un acceso real a la justicia para reclamar sus derechos.
Este juicio deja sentado que la justicia tiene las herramientas necesarias para no excluir a las personas de su derecho a peticionar más allá de las limitaciones que pueda tener.
La intérprete asignada por la Corte Suprema de Justicia fue la licenciada Laura del Carmen Riveros, quien facilitó la comunicación a lo largo de todo el litigio y así permitir la clara comprensión de los presentes de lo plateado en el juicio.
La jueza Mesalina Fernández afirmó que: “Este es un paso muy importante para la justicia. Hemos demostrado a la sociedad que la inclusión y el acceso a la justicia son posibles, incluso para personas con discapacidad. Cuando estas personas busquen justicia, encontrarán quién atienda sus demandas”.