Efectivos de la Policía Nacional tenían información de que las armas sustraídas a tres policías asesinados el pasado 24 de abril en el Parque Nacional Paso Bravo durante un patrullaje estaban enterradas en un campamento narco.
Se realizó este viernes un allanamiento en una zona boscosa situada a una distancia aproximada de 7 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Sargento Feliz López, ex Puentesiño, inmediaciones del trayecto que conduce a la localidad de Hugua Ñandú, Departamento de Concepción.
Cerca de las 7:00 de la mañana llegó la comitiva fiscal representada por el agente Joel Diaz además de policías del Departamento Antinarcóticos al lugar marcado. Encontraron un campamento precario, prendas de vestir y enseres varios.
Procedieron a cavar en un sitio especifico y encontraron envueltos en plástico un arma de fuego, tipo fusil, de la marca Colt (M4), con serie N°LE081140, con un cargador además de otra arma de fuego, tipo fusil, de la marca NORINCO-AK84 calibre .556, con serie N° 407468, con dos cargadores.
Las armas fueron sustraídas de los efectivos policiales durante el enfrentamiento con los malvivientes. Los policías que fallecieron en manos de los presuntos narcotraficantes son
el subcomisario Éver Espínola Torales, el suboficial mayor Silvio Espínola Cáceres y el suboficial primero Arístides Zalazar Talavera.
