Dos hombres recuperaron su libertad tras dos años en prisión preventiva sin ninguna prueba que los conecte a un homicidio. La hipótesis inicial del Ministerio Público es que ambos discutieron con su compañero de trabajo antes de que lo encontraran muerto.
Cuatro años atrás, Agustín y Bonifacio, de 63 y 25 años, eran compañeros de trabajo en el distrito de Capitán Bado. Una tarde de octubre en la que ambos trabajaban con total normalidad, la policía se presentó en el lugar y los apresó. Agustín y Bonifacio eran los principales sospechosos de la muerte de un hombre.
A unos 30 km de Capitán Bado, se dio el hallazgo del cuerpo de un joven de 22 años. Se iniciaron las investigaciones correspondientes. Agustín y Bonifacio mantenían una relación de trabajo con la víctima. El último contacto con el fallecido fue una fuerte discusión.
La defensora pública, Gladys Escobar, tomó intervención en el caso. Ambos fueron procesados por homicidio doloso y llevaron años afrontando el proceso por un crimen que no cometieron.
A raíz de las suposiciones, la fiscalía acusó a los hombres y pidió prisión preventiva para ambos en la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero. Allí permanecieron dos años recluidos antes del juicio oral.
Por su parte, la defensora pública alegó ante el tribunal de sentencias que durante el proceso no hubo ninguna evidencia que involucrara a sus representados en el crimen. En el momento de la detención no se encontró ningún arma de fuego en su poder y tampoco hubo pruebas científicas que los incriminaran.
Ante las pruebas inexistentes, de forma unánime, el tribunal de sentencia decidió absolver de culpa y pena a los hombres, quienes recuperaron su libertad luego de dos años.