La fiscal acusadora Carmela Ramírez del JEM, pidió que la agente fiscal Stela Mary Cano sea destituida por mal desempeño en sus funciones en el expediente MOCIPAR, mantuvo cajoneada por meses la investigación que finalmente permitió que los procesados sean beneficiados con la extinción y sobreseimiento del caso.
Mantuvo cinco meses paralizado el caso de MOCIPAR, no diligenció ninguna prueba en ese periodo, no diligenció ningún oficio en ese lapso cuando existía un sobreseimiento provisional. Incluso pidió cuatro días después del vencimiento del plazo la reapertura del caso, lo que propició que los procesados sean beneficiados el sobreseimiento definitivo para los acusados.
“Tuvo una inacción, ella fue la que dijo que la pericia contable era pertinente para resolver el caso y no lo hizo. Buscó evitar llevar el caso a juicio oral. La falta de diligenciamiento de pruebas es patente, actuó con desprecio y empatía hacia las víctimas. Por ende, esta representación concluye que existe un mal desempeño que quedó probado por las constancias del expediente y los testigos, se solicita la aplicación de la sanción de remoción por corresponder conforme a nuestra ley especial”, señaló la agente fiscal acusadora Carmela Ramírez.
Es la segunda vez que se requiere que Stella Mary Cano sea destituida del Ministerio Público por su negligente actuar en el marco de una investigación a su cargo. La primera causa que afrontó fue por su actuación en el proceso abierto a Mario Ferreiro y ahora por su inacción en la causa MOCIPAR.
En el primer caso fue por impulsar indebidamente un proceso penal pese a la falta de pruebas y en esta causa es por dejar perimir el caso sin imprimirle un impulso procesal que permitió que quede impune.
Por su parte la acusada agente fiscal Stella Mary Cano en sus alegatos finales pidió la nulidad de su procesamiento ya que por este caso fue suspendida por la Corte Suprema de Justicia con lo que se violaron sus derechos.
Agregó que lo alegado por la fiscal acusadora fue sorprendente, por ser temeraria al referirse a su persona. “La fiscal acusadora me ha tildado como una persona de falta de empatía, y es, muy por el contrario, recibí a un centenar de víctimas, desde el inicio de la investigación y hasta la imputación se tomaron más de 50 declaraciones testificales, podrán notar en estas actas que estas personas se presentaban voluntariamente a declarar. Por lo que escuché la fiscal acusadora no leyó la carpeta fiscal, hizo afirmaciones temerarias sin haber leído el expediente, se ha limitado a pedir mi remoción en base a una auditoría”, señaló la afectada.
