Según el informe difundido por el Poder Judicial de enero al 10 de julio de este año, los juzgados de este fuero emitieron un total 1.707 sentencias definitivas en este periodo.
El detalle producción también señala que se tramitaron un total de 29.032 cédulas de notificación a las partes y se registraron 26.108 providencias en total en los seis juzgados de Asunción.
La Oficina Técnica de Apoyo al Fuero de la Niñez y Adolescencia (Otana), encabezada por la ministra responsable, la doctora María Carolina Llanes Ocampos, dio a conocer los datos estadísticos sobre la producción de los juzgados de Niñez y Adolescencia con la finalidad de que la ciudadanía conozca cómo vienen trabajando los magistrados en este fuero.
El informe también hace un recuento de la cantidad de expedientes ingresados en este 2024 con un total de 1.971 casos. A la vez se dictaron 1.382 autos y, se elaboraron 3.077 actas de audiencias.
Los jueces de este fuero intervienen en demandas de filiación, suspensión o pérdida de la patria potestad sobre los hijos, designación o remoción de los tutores, las reclamaciones de ayuda prenatal y protección a la maternidad, pedidos de fijación de cuota alimentaria, casos de guarda, abrigo y convivencia familia. Así como en las demandas por incumplimiento de las disposiciones relativas a salud, educación y trabajo de niños y adolescentes, casos derivados por la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI), casos de maltrato de niños o adolescentes que no constituyan hechos punibles, adopción de niños o adolescentes, las venias judiciales entre otros.
La ministra Carolina Llanes resaltó los resultados ya que demuestran según dijo el esfuerzo continuo por mejorar la eficiencia y eficacia del sistema judicial. Por su parte, el magistrado Guillermo Trovato, coordinador ejecutivo de la Otana, añadió que el apoyo técnico es esencial para impulsar los avances y así lograr el objetivo de que cada niño y adolescente reciba la justicia que merece.
Es importante que se dé a conocer el nivel de producción de los jueces que trabajan en un fuero sumamente complejo y sensible y que requiere no solo una continua actualización sino de la debida diligencia para tramitar estos casos de las que depende prácticamente toda la vida del niño y adolescente.
