La jueza especializada del fuero penal adolescente, abogada Liz Paola Mongelós, alertó del aumento de imputaciones relacionadas a adolescentes de entre 14 a 17 años de los que se sospecha han cometido hechos punibles que se relacionan con el sexting, vale decir, circunstancias relacionadas al envío de imágenes de contenido sexual y pornográfico de adolescentes a través de las redes sociales y esta situación genera una preocupación en la justicia del fuero en particular.
Refirió que, el sexting, es una práctica que ha cobrado relevancia en los últimos años en especial entre los adolescentes, es importante en primer lugar connotar que el sexting es una palabra inglesa que une los términos “sex” (sexo) y “texting” (envío de mensajes de texto.) De lo que podemos inferir que la misma consiste en el envío de contenidos de tipo sexual, como fotografías, vídeos o mensajes sexuales, de uno mismo a otras personas a través del teléfono móvil, dispositivos electrónicos y redes sociales, para lo cual el adolescente necesariamente debe tener acceso a internet para enviar estos contenidos.
Existe una realidad indiscutible, cual es que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse, pero es importante establecer el uso adecuado de las mismas para obtener resultados óptimos de lo contario los adolescentes al tener acceso sin control parental se encuentran expuestos a recibir informaciones no aptas a su nivel de madurez psicosocial propia de la edad.
Esta práctica entre los adolescentes a priori, se genera debido a la menor conciencia que los mismos tienen con relación a los riesgos que conllevan su actuar, al despertar sexual de los mismos y a la sexualización precoz de la infancia por lo cual los menores adoptan conductas sexuales inapropiadas, que generan el inicio de procesos penales relacionados a la producción y reproducción de pornografía infantil.
Se evidencia que, este tipo de prácticas suponen graves riesgos físicos para los y las adolescentes, ya que pueden llegarse a conocer su localización, su centro de estudios o donde viven con el peligro que eso supone. Los riesgos psicológicos de la distribución de este tipo de imágenes y vídeos pueden desencadenar en graves trastornos emocionales y sociales: ansiedad, depresión, pérdida de autoestima, humillaciones, rechazo, aislamiento social y hasta conductas autolesivas.
El aumento de imputaciones fiscales, a la vez, denota en apariencia el fracaso de todos los filtros de protección de sus vínculos inmediatos, como la familia, la familia ampliada, es decir del núcleo cercano y ampliado. Que cuando el sistema de justicia interviene para cumplir con los fines del proceso eminentemente educativo, todo lo anterior ya ha fracasado.
La magistrada, dijo que es sumamente relevante que los padres realicen el control sobre sus hijos adolescentes en el uso de la tecnología para prevenir este tipo de prácticas que hace que el joven aún en etapa de desarrollo y que se encuentra experimentando su sexualidad, podría llevarlo a su primera experiencia con la justicia a su corta edad por este tipo de hechos que tiende a convertirse peligrosamente en un flagelo.
Subrayó que, los adolescentes al tener vía libre en el uso de redes sociales como IG, FB, Telegram, WhatsApp, usan estas plataformas para cometer hechos punibles compartiendo imágenes de contenido sexual por esta vía ante la falta de control parental.
Mencionó que, los adolescentes de estas generacionales no son inmigrantes digitales, sino que traen la tecnología incorporada a su vida y rutina diaria, que esta situación no puede desconocerse y se juzga en contexto, pero el uso indiscriminado y sin control de los padres, podría ser sumamente perjudicial por el daño que causa el sexting en las víctimas cuyas imágenes son viralizadas en la red.
«Lo que genera alerta en nosotros es que ingresen causas en el sistema penal vinculadas al sexting entre adolescentes, entiéndase por el envío de material a través de la red, de imágenes de contenido erótico sexual. Como jueces no podemos estar abstraídos del hecho de que los adolescentes están desarrollándose en la era digital, pero, si no se ejerce el control parental para el uso responsable de la tecnología, terminan cometiendo hechos punibles mediante la red», acotó la jueza.
Por último, dijo que a través de los juzgados especializados del fuero penal adolescente se pone en marcha todos los mecanismos de protección basados en los informes de madurez psicosocial en contexto con los principios de especialidad, desjudicialización, mínima intervención, entre otros, para cumplir con los fines del proceso penal adolescente en cuanto se refiere a los hechos punibles relacionados al sexting.
