El abogado penalista Secundino Méndez, señaló que la saturación de juicios orales también genera un perjuicio para los profesionales del derecho que están obligados a brindar un servicio de calidad a sus clientes.
Agregó, que la Corte Suprema de Justicia debería establecer por acordada cuáles son los juicios orales que deben prevalecer para que los profesionales abogados puedan representar con eficiencia a los justiciables.
Dijo que, si bien entienden los profesionales que los juicios ya iniciados son los que deben tener prioridad, algunos tribunales no comprenden esta situación y en caso de que el abogado no llegue por estar en otro juicio, situación comunicada al tribunal, igualmente, se declara el abandono de la defensa.
Mencionó, que al igual que los magistrados, los abogados están abarrotados de juicios orales con cuatro a cinco audiencias desarrollándose en forma simultánea a los que suman aquellas que se van iniciando.
“El cliente quiere que esté en el juicio la persona en quien confía, trasladando esto en el ámbito de la medicina el cliente quiere que s u médico de cabecera lo opere, acá estamos hablando de la libertad de las personas. Es necesario que la Corte por acordada cuáles son los juicios que deben tener prevalencia ya que entienden son los ya iniciados, pero, que esto debe estar documentado. La Corte no piensa en el profesional litigante, nosotros no damos abasto, yo me manejo con cuatro o cinco juicios abiertos, es humanamente imposible cumplir con todos” acotó Secundino Méndez, experto en derecho penal.
Subrayó que los gremios de abogados tampoco ejercen una buena representación adecuada de los abogados, ya que este tipo de situaciones bien podrían formar parte de los pedidos de los Colegios de Abogados para buscar una salida a la problemática.
Por último, Mencionó que es necesario que se amplíe la cantidad de tribunales de sentencia y no suprimirlos, que es necesario un mejor gerenciamiento de esta etapa del proceso ya que tanto para los abogados que deben brindar un servicio óptimo en las actuales condiciones es complicado.
Que, para los tribunales que deben fundar sentencias la situación podría ser mucho peor y pone en riesgo todo el sistema penal y más aún en una etapa donde está en juego la libertad de la persona.
